"No camines detrás de mi, no puedo guiarte; no camines delante de mi, no puedo seguirte; asi que camina a mi lado"

viernes, 3 de febrero de 2012

Vuelta a la niñez

¿Recuerdas cuando eras niño?


...


Ibas a la playa un día de invierno y tu madre te sacaba a la arena, ese mundo desconocido para que jugaras en ella con los demás niños. Allí te encontrabas con las pequeñas dunas, que te parecían auténticas montañas. Te subías a ellas, como si escalaras el Everest y los demás niños, de los cuales no sabías ni el nombre, te gritaban - ¡Corre que nos vamos a tirar! - y tu subías y subías hasta llegar a la cima, y sentir el frescor del viento sobre tu cara, ya que el resto del cuerpo permanecía cubierto con el chaquetón que "mamá" te había puesto, y tirarte otra vez hacia abajo. Y así incontable veces...


Luego aquello te sabía a poco y te pusiste a correr por la gran extensión de tierra y agua, a ver quien corría más.
Aquello era todo un mundo. Una infinidad de recuerdos perdidos ya en nuestra mente, saturada por conocimientos y problemas que antes no teníamos.


Ahora se nos hace un mundo el poder quedar un viernes para ir a emborracharnos y contar las batillitas el sábado de las locuras que hicimos la noche anterior. Ahora nos parece un mundo cualquier gilipollez, que nos hace pensar más que cualquier pequeño detalle. No disfrutamos de nuestro día a día. Vivimos sumergidos en una vida de prisas, impersonalidad y egoísmo.


Así, el tiempo acabará con nosotros. Terminaremos todos diciendo - "No tengo tiempo para..." - en nuestro último aliento de vida.