"No camines detrás de mi, no puedo guiarte; no camines delante de mi, no puedo seguirte; asi que camina a mi lado"

miércoles, 25 de abril de 2012

Nunca llueve eternamente


Sí, puede que tal vez me haya cansado. Quizás me haya cansado de desilusiones, quizás de soñar despierta o de mirar el móvil cinco veces cada vez que me despierto en la mitad de la noche. Tendrías que saber la cantidad de pensamientos que se entrecruzan nublando lo que un día pensé que era tan cierto, tan sumamente tangible. Se ha abierto una brecha de escepticismo por mi parte. No sé si decrite si estoy defraudada o hasta qué punto me estoy dejando de creer ciertas cosas que pensaba que eran verdad. Sólo pido que no me hagas daño, que no tengo fuerzas ni ánimo para combatir batallas perdidas.

Salí de casa con lo primero que pillé. Necesitaba pensar en los bueno y lo malo, en los planes que tenía y en cómo se habían roto. Necesitaba dibujar una sonrisa en mi cara de la forma más absurda posible, nada de soñar despierta y desear que las cosas hubieran sucecido de otra forma. Era el momento de ser realistas.

Me perdí entre miradas, las cosas no salieron como a mí me hubiera gustado. Creí haber perdido. Yo me perdí.
Traté de sacar de lo malo algo bueno. Creí tener la llave que abría todas las puertas que yo quería abrir, pero no, la llave no era la correcta. Por un momento nuestros lunares no sintonizaron, nuestras miradas escogieron caminos opuestos y nuestras manos dejaron de encajar a la perfección... por un momento perdí la respiración y el desconcierto se apoderó de mi.

No sé si fue el sol del atardecer bañando mi cara, pero todo volvió a su sitio. ¡Qué mas da que no fuera de la forma que yo pretendía" A veces simplemente hay que empezar por volver al punto de partida. No. Las cosas no son perfectas, la vida es lo que ocurre mientras tú te empeñas en que las cosas sean diferentes, y tenemos que adaptarnos y sacar lo mejor de cada momento, direccionar las situaciones para aprovechar y sacar todo lo positivo de cada acción, incluso de aquellos momentos en que creemos que no podrían haber salido peor aún las cosas.
Mañana sería otro día y estaba segura de que saldría el sol. Ya sabéis lo que dicen: "nunca llueve eternamente".

"Perdona si te llamo amor"

Hay instantes en que todo parece posible y todo puede cambiar, en que todo está al alcance de la mano, fácil y bonito... pero de repente llega la duda, el miedo a equivocarse y a no haber entendido bien lo que el corazón siente de verdad. Y ... puff!!! nada, otra promesa fallida.

Si "amor" es la respuesta, ¿cuál es la pregunta?


La manera más rápida de cambiar consiste en reírse de la propia estupidez, una vez así, puede apartar de ella y seguir nuestro camino.. pero si se trata del amor, cambia.
Por más que se intente no se puede ignorar a quien se quiere, cuando el corazón se rebela contra la razón el amor se sobrepone. no importa que tengas uno o mil motivos para olvidar.


 ¿No será eso una señal de que el amor, bajo cualquiera de sus formas, es la respuesta para nuestras preguntas? ¿La medicina para nuestras angustias?.

Las palabras se las lleva el viento


Hay gente con palabras, con muchas palabras, que aparecen cuando les conviene, a las que les prestas ayuda sin pensar en cambios o devoluciones porque quieres que en los malos momentos tus amigos sientan que estás con ellos, que te tienen para lo que necesiten, que les quieres como a nada.. pero los momentos que recuerdas son en los que se cambian las tornas cuadno tu eres el afectado pero en esos momentos te das cuenta que las palabras son solo eso, que cuando tu lo necesitas hay otras cosas que hacer que parecen tener más importancia que tú.

Llegas a un momento de tu vida en el que te das cuenta que de nada sirven tus acciones porque la gente hace su vida según le conviene según sus intereses y sus caídas. Porque saben que siempre vas a estar para levantarles independientemente de lo que hagan ellos después, del afecto que aparentan demostrarte pero que solo lo expresan mediante palabras.. pero, hay siempre alguien en quien puedes confiar, que sabes que siempre vas a tener incondicionalmente. Esa persona que es capaz de no dormir por verte bien, que te sacará de casa aunque quieras encerrarte y no ver el sol, que se acuerda de ti en cada momento que no estáis juntos. Y a esa persona, lo que debes hacer es darle las gracias porque las palabras se las lleva el viento.

miércoles, 11 de abril de 2012

No estaría mal tener memoria pez


No estaría mal tener memoria pez, aprenderías algo y lo olvidarías,
todos los días lo mirarías con ojos,
cualquier cosa sería lo nunca visto,
no tendrías malos recuerdos...
pero no, no somos peces,
ni falta que hace!

Las luces espontáneas, tarde o temprano, suelen apagarse

Todos alguna vez hemos vuelto a caer en aquella trampa a la que una vez juramos no volver a acercarnos, pero yo no es que tropiece 2 veces con la misma piedra, es que parece que la quiero partir con la cabeza por lo menos.
Solemos marcarnos nuestras propias reglas en un intento de vivir con un poco de ética y moral, pero resulta que yo tengo la fea costumbre de pasármelas por el forro de vez en cuando y actuar según me place... Es entonces cuando viene a mí la realidad y me tira con la piedra, demostrando que ésta suele ser más dura que mi cabeza.

Y es que hay heridas que solo se curan con garrafas de alcohol del barato, pero con eso sólo conseguimos que aparezca el pequeño demonio y nos diga: "ya te lo dije", y el angelito responda: "pero si es que tiene razón"...
En fin, muchas veces es mejor hacer cosa de lo que la conciencia nos dice y dejar nuestro corazón a un lado, porque al final éste se calienta y acabamos haciendo el gilipollas.


Que toda tu risa le gane ese pulso al dolor

A veces, y sólo a veces, cuando hemos sufrido demasiado en la vida, creamos un escudo que creemos que es la solución al dolor sufrido.
Algunas personas no lo entienden, no entienden que de un día para otro no puedes confiar en ellas como ellos confían en otros y creen que jugamos con ellos.
Precisamente de tal amor que llegamos a tenerles, nos protegemos y los protegemos para evitar tropezar de nuevo... pero a veces, y sólo a veces, hacemos más daño de esa manera y estropeamos lo que en un principio queríamos conservar. Rompemos el "para siempre" y nos estancamos en el camino de "nunca".

Jorge Bucay

COMPENSA .... pero NO EVITA
APLACA ...  pero NO CANCELA
ANIMA ... pero NO ANULA LA PENA

martes, 10 de abril de 2012

3msc


¿Te has sentido alguna vez a 3 metros sobre el cielo? Yo sí, si lo he sentido...

He flotado, he sentido que nunca volvería a regresar a la tierra, pero cuando más fantástico era todo, solo entonces, he sentido como mis pies volvían a tocar el suelo, he sentido como mi pierna se doblaba y yo iba cayendo, como todo se iba a la mierda, cómo sentía que no podía poder levantarme un solo dedo del suelo!!... me sentía derrotada, abatida, segura de que las cosas se quedarían así para siempre..

He estado mal, realmente mal, sintiendo como una parte de mi cuerpo iba enterrándose poco a poco en la tierra, entonces, llegó esa persona... supo recogerme, fue capaz de levantarme, entonces fue cuando yo estaba dispuesta a comenzar de nuevo a flotar, a elevarme, a sentirme especial, esa persona me dijo que no lo hiciera, que me quedase aquí con ella porque lo que de verdad le importaba a esa persona no era lo muy lejos que pudiera llegar, sino realmente lo que le importaba era que no llegara demasiado alto porque entonces ocurre que... te vuelves a caer, vuelves a tropezar y vuelta a empezar.. pero esta vez, le hice caso, me quedé pisando tierra, a gusto, feliz, contenta aunque no, eso no significó que no diera un pequeño salto de vez en cuando para ver qué tal va todo.

La vida es una rueda que va girando

Sí, la vida cambia.. tu vida tendrá así como 10 cambios, y yo ahora estoy viendo la 3ª por lo menos, y creo que es la primera en la que soy lo suficientemente consciente para darme cuenta de todas las cosas. Y me duele, sí, y mucho, me doy cuenta de que la vida cambia, las personas cambian, y que poco a poco tendrás que haber elegido quien es para siempre y quien se quedará como un vago recuerdo de alguien con quien pasaste mucho tiempo de tu vida. 
Lamentarás que hayan ocurrido tantas cosas para nada, tantos momentos destrozados, y tantas oportunidades rotas, pero aún así, estás segura de que por muchas veces que volvieras a vivir tu vida volverías a estar con las mismas personas, haciendo las mismas cosas y metiéndote casi en los mismos líos, porque sí, porque se sabe, porque sabes perfectamente que las volverías a vivir mil veces, porque es tu vida, y aunque las cosas no te hayan salido bien, hay cosas que nunca dejarías que cambiasen.

Asumir el destino

Cuando das tanto por una persona piensas que vas a recibir lo mismo de ella. Eso solo ocurre en las películas románticas, en las que desde que empiezas te das cuenta que el chico y la chica acabarán juntos aaunque hayan pasado cosas inverosímiles. Pero esto es la realidad, y en esta vida esas cosas no pasan.
Es muy raro ver amor de verdad en una pareja porque, por una razón o por otra, al final siempre acaban rompiendo sin hablarse e incluso llegan a odiarse (tal y como mi caso).. aunque no siempre es así.
Es muy triste pensar que si das tanto por esa persona algún día lo conseguirás y ansías con todas tus ganas que ese momento llegue. No te importa sufrir, soportar malas caras de tus amigos, peleas con ellos e incluso "tragarte" cosas que no te hacen ninguna gracia, pero todo lo haces porque estás convencida de que ese día llegará. 


El problema es que es día nunca llega y tú sigues ahí como una tonta haciendo lo que pide y quiere, aunque sabes que eso no sirve de nada, pero lo haces.
Y todo, ¿para qué? Para que llegue cualquier chavala de cuyos sentimientos desconfías. En ese momento, abres los ojos y piensas lo gilipollas que has sido. Por una parte te alegras porque eres "libre", pero por otra sientes impotencia de no haber conseguido lo que querías después de haber dado tanto.
Pero qué le vamos a hacer, la vida es así y cada uno tiene que asumir el papel y el destino que le toca, aunque no sea el que quiere.
Estamos ciegos: ciegos de avaricia, de envidia, de celos, de mentiras, de verdades, de odio, de amor, cegados por nuestros propios ojos, por el miedo, por aquellos que nos rodean, por la indecisión. Nacimos, vivimos, estamos, somos y moriremos ciegos.

Y.. ¿por qué? Porque simplemente nos da pánico quitarnos la venda que recubre nuestros ojos y mirar al mundo. Salir a la calle con la cabeza bien alta y decir: "soy yo, fulanito de tal, sin ceguera, con los ojos bien abiertos, dispuesto a combatir con mis miedos, mis dudas, mis preocupaciones, mis problemas, conmigo mismo".

No somos capaces de hacer eso ni tan siquiera una vez en la vida. Por eso digo que hemos nacido, vivimos, estamos, somos y moriremos ciegos... Ciegos de todo lo que nos rodea, ciegos por nosotros mismos.

Amor y otras drogas

Pensamos que el amor es fácil pero estamos equivocados con esto. Lo fácil es enamorarnos, aunque tampoco, porque es difícil encontrar la persona adecuada de la cual hacerlo pero, en general, sin tener en cuenta lo buena o mala que sea la persona a la cual entregamos nuestro amor, lo fácil si es enamorarnos.

Pero una vez que nos enamoramos, hay que saber llevar el amor hacia delante y eso no sabe hacerlo todo el mundo. No nacemos sabiendo nada y mucho menos como dirigir nuestras relaciones.

Os explico: El amor es como una onda de luz.. No es un solo elemento, no es solo la parejita feliz que vemos por la calle, no. Al igual que la luz es blanca se compone de la suma de los distintos colores, el amor se compone de pequeños matices que se desmenuzan cuando nos vemos envueltos en una de estas relaciones.

A fin de cuentas, ese cosquilleo que sentimos en el estómago, esa descarga de adrenalina cuando le vemos de lejos, ese suspirar incontrolado, la risa tonta, la flojera en las piernas, las pupilas dilatadas... Eso.. no es ni más ni menos que ciencia. Ciencia pura y dura.

Pero el componente "noviazgo" que incluye el amor, es mucho más que todo lo anterior. Hablemos pues del amor desde el punto de vista de "novios"... Bien.

El amor, entonces, es un compromiso. Un compromiso a ser fiel, a no callarnos las cosas, a respetar al otro, a aceptarle tal y como es, a no compararle, a decirle lo que hace mal para que rectifique, a elogiarle lo bueno para que se sienta realizado, a dar el hombro cuando sea necesario, a ser su paño de lágrimas, a saber decir las palabras adecuadas en el momento adecuado, a recordarle cada día lo mucho que le quieres, no con palabras, con hechos, a soportar críticas ajenas, a controlar los celos, a aceptar las situaciones que lleguen...

Pero, a cambio de ese compromiso mutuo, obtenemos momentos inolvidables, un cariño incondicional, un apoyo constante, una palabra de consuelo, mil recuerdos maravillosos... En conclusión, el esfuerzo merece la pena.

Eso es amor. Es, una de las asignaturas pendientes que todos arrastramos en la carrera de la vida porque siempre hay algo que nos hace suspender. Pero ahí está nuestro compañero, o para ellos, vuestra compañera, vuestra pareja, para perdonar los errores y ayudar a corregirlos.

Y a todo esto... yo... ¿por qué he empezado a escribir? Ah sí, porque estoy enamorada...